La emisión de dióxido de carbono (CO2) es una de las grandes culpables del cambio climático. Estos gases, altamente contaminantes, se producen fundamentalmente en la industria, pero este hecho probado no nos quita ni un ápice de responsabilidad a cada uno de los habitantes del planeta Tierra. Si todos y cada uno de nosotros nos comprometiéramos firme y realmente con la protección del medioambiente, no solo conseguiríamos cambiar lo que produce y cómo lo produce dicha industria, sino que también reduciríamos drásticamente las emisiones de CO2, disminuyendo el consumo de energía en nuestros propios hogares.
Desde Firmus Homes trabajamos para que todas nuestras viviendas sean saludables y amigables con el medio ambiente, ofreciendo un gran confort y ahorro energético.
Si estás dispuesto a asumir ese compromiso con el cuidado de nuestro entorno, hoy te damos algunos consejos sobre cómo reducir las emisiones de CO2 en tu casa.
1. La regla de las tres R
Hay tres sencillas acciones que son fundamentales para que tu hogar sea ejemplo de conciencia ambiental: reciclar, reducir y reutilizar. Así que no olvides nunca separar tu basura según sus componentes y no metas en la misma bolsa los productos desechables y los que se pueden reciclar; utiliza siempre que sea posible materiales biodegradables y cuando no puedas, al menos transformarlos y dales un nuevo uso. Respecto a la segunda R, su explicación es mucho más amplia y se puede aplicar en casi todos los ámbitos de nuestro hogar, pero fundamentalmente se refiere a reducir el consumo de energía. Para saber cómo hacerlo solo tienes que continuar leyendo.
2. Reduce el consumo de energía no renovable
Sin duda sí puedes consumir menos energía en tu hogar. Apaga siempre las luces cuando no las estás utilizando (es falso que encenderlas y apagarlas gaste más). Y otra pequeña inversión: cambia tus bombillas incandescentes o halógenas por bombillas Led. Ten en cuenta que, según el Centro Nacional de Educación Ambiental (CENEAM), las bombillas incandescentes aprovechan solo un 5% de la electricidad que consumen y el resto lo liberan en forma de calor.
Otra fuente de consumo energético que suele pasar desapercibida es el consumo fantasma de los electrodomésticos. Es decir, el gasto que produce un aparato en estado de stand by. Un consumo nada desdeñable pues supone el 15% del consumo de un aparato cuando está encendido. Para evitarlo, te sugerimos que utilices regletas de enchufes con interruptor para apagarlos y encenderlos.
3. Reduce las emisiones cuando cocinas
Acciones tan sencillas como apagar la vitrocerámica o el horno unos minutos antes de finalizar el cocinado y utilizar el calor residual pueden ser decisivas a la hora de reducir el consumo de energía en tu hogar. También ayuda a consumir menos electricidad utilizar una tapa para que el agua hierva antes. Te podrá parecer un mínimo gesto, pero, según el CENEAM, solo con tapar una olla cuando hervimos supone un ahorro del 65% de energía.
4. Electrodomésticos eficientes
Los electrodomésticos actuales cuentan con etiquetas de eficiencia energética, pero, aunque los tuyos sean de generaciones anteriores, no tienes excusa para no ahorrar energía. Por ejemplo, si lavas la ropa en frío o hasta 30 grados estarás reduciendo considerablemente el consumo, pues entre el 80 y el 85% de la energía se emplea en calentar el agua. En el caso de las lavadoras, los programas cortos también son muy buena opción. Si estás pensando en cambiar tu frigorífico, ¡no lo dudes! Los nuevos consumen mucho menos y mejor si no son demasiado grandes. Y sea o no recién comprado, lo que si puedes controlar es que mantenga siempre la temperatura justa y la vayas adaptando a la estación o la temperatura ambiente de tu hogar. Un último ejemplo sería la televisión, pues una pantalla Led consume hasta un 40 % menos que las LCD.
5. Compra ecológica
Una buena elección de la cesta de la compra también puede reducir la emisión de CO2. Fíjate en la composición, procedencia y forma de producción de los productos que adquieras. Ten en cuenta que, si éstos han tenido que ser transportados desde miles de kilómetros hasta nuestro supermercado, se habrán emitido mucho más contaminantes que si se han cultivado cerca de nuestra casa.
6. Controla la temperatura de tu hogar
Programar la calefacción reducirá notablemente las emisiones de efecto invernadero. Por ello, debes revisarla y adaptar la temperatura a las condiciones del ambiente y a ser posible, programarla una hora antes de despertaros o de llegar a casa para que no tenga que estar funcionando las 24 horas. Tener un buen aislamiento térmico es fundamental también para reducir las pérdidas de calor y así mismo, es conveniente sustituir las calderas antiguas por unas modernas. No olvides que cada grado de más supone un incremento del consumo de energía de hasta un 10%.
7. Limita el uso del aire acondicionado
Siempre que sea posible intenta refrescar la casa abriendo ventanas y creando corrientes de aire. Si a pesar de ello necesitas encender el aire acondicionado, vigila que la temperatura no descienda de 22 grados. Así disminuirás la emisión de gases contaminantes al tiempo que reduces la factura energética.