Aprovechar al máximo la luz natural en tu hogar o lugar de trabajo no solo te ayudará a reducir tus facturas energéticas sino que también aportará grandes beneficios para tu salud y la del medioambiente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pasamos el 90% de nuestro tiempo en espacios interiores, lo que afecta directamente a nuestra calidad de vida. Pero, si conseguimos que la iluminación sea fundamentalmente natural, mejoraremos nuestro ánimo, combatiendo los estados de estrés, depresión o ansiedad, dormiremos mejor, reforzaremos nuestro sistema inmunológico e incluso reduciremos nuestra presión arterial. Y por si todas estas ventajas fueran pocas, también estaremos contribuyendo, decisivamente, a mejorar la salud de nuestro planeta.
Para sacarle todo el partido a esa luz natural no es necesario acometer grandes reformas o modificaciones. Poniendo en práctica los sencillos consejos que recogemos en este post, cada rayo de sol que entre por tus ventanas se multiplicará, minimizando al máximo la necesidad de luz eléctrica.
1. No pongas barreras a la luz
Nuestro primer consejo parece una evidencia, pero muchas veces ciertos elementos decorativos o de seguridad, situados en el exterior, son prescindibles y eliminarlos puede contribuir decisivamente a que la luz entre a chorros en cualquier estancia. Nos referimos a ciertas plantas, maceteros, arboles, toldos, persianas o rejas.
2. Cortinas claras y ligeras
Las cortinas opacas, muy densas o de colores oscuros son otra barrera para la luz natural. Si no quieres prescindir de ellas pero necesitas que dejen pasar la luz, te recomendamos que optes por los tejidos más ligeros y de colores más claros. De este modo no perderás la intimidad buscada. También puedes dejar las cortinas abiertas durante el día, para aprovechar las horas de sol, y correrlas cuando ya no haya luz natural.
3. Ventanas y puertas
Sin duda, cuanto más amplias sean las ventanas más fácil será que entre la luz natural. Pero, como seguramente no podrás modificarlas, es fundamental que los cristales estén siempre impolutos. Pintar los marcos de blanco o de colores claros también contribuirá a potenciar la luminosidad y otra gran idea es que las puertas sean de cristal o correderas y siempre en tonos claros, blancos o de madera clara.
4. Distribución de los muebles
Podría parecer irrelevante a la hora de aprovechar la luz natural, pero la distribución de los muebles y elementos decorativos es fundamental si buscas reducir al máximo el uso de la luz eléctrica. El primer paso es no sobrecargar el espacio con muchos muebles o adornos, pues cuantos más tengamos más sombras proyectarán y más difícil será que la luz natural circule libremente. Por tanto, intenta que tus muebles estén distribuidos de forma lineal y no tapen puertas ni ventanas y elige un mobiliario sencillo y elementos decorativos en los que el cristal o los detalles metálicos sean protagonistas. Por ser un elemento de gran tamaño, también es aconsejable que las mesas sean de vidrio para que la luz pase por ellas y no se conviertan en una barrera.
5. Colores claros
Tanto los colores de tus muebles como los de las paredes o los techos deben ser claros para potenciar la luz natural. El blanco es la mejor opción, pero también los crudos, grises o tonos pastel pueden contribuir a dar una mayor sensación de amplitud, cuando la luz natural se refleja en ellos. El suelo también debería respetar esta paleta de colores claros.
6. Espejos mágicos
Más allá de ser un elemento decorativo y funcional, los espejos aportan mayor profundidad y amplitud a cualquier estancia y multiplican la luz de forma exponencial. En lugar de absorber los rayos que entran por puertas y ventanas los reflejan, permitiendo su propagación hacia rincones alejados de las entradas de esa luz natural. Lo ideal es colocar esos espejos en paredes o puertas de armario que estén situadas frente a las ventanas o puertas.
Detalles a tener en cuenta en tu casa nueva o reformada
Los 6 consejos anteriores son muy fáciles de seguir y no requieren grandes inversiones o reformas, pero si estás pensando en comprar o reformar un inmueble, todavía estás a tiempo de incluir en el proyecto algunos detalles que te ayudarán a aprovechar cada rayo de luz.
Grandes puertas y ventanales
Cuantas más puertas y ventanas tengas y más amplias sean estas entradas de luz más fácil será aprovecharla y menos tendrás que recurrir a la luz eléctrica. Por tanto elige grandes ventanales. Según los expertos, lo recomendable es que ocupen no menos de un 10 o un 20% de la superficie de la habitación.
Orientación estratégica de las entradas de luz
La mejor forma de garantizar la entrada de luz natural es ubicar puertas y ventanas estratégicamente, orientándolas a la salida y puesta del sol, dependiendo de la localización de tu casa.
Sustituye paredes por cristaleras
Si quieres dividir cualquier parte de tu casa, sin poner obstáculos a la entrada de luz, sustituir las paredes de ladrillo por cristaleras o celosías es la mejor opción. Además, ganarás en amplitud y darás un toque muy modero a cualquier estancia.
Instala tubos solares y tragaluces
Si vives en un ático o tu casa tiene buhardilla, los tubos solares son el mejor recurso para aprovechar cada hora de luz solar. Son ventanas en el tejado, que dirigen la luz hacia el interior, proyectándola durante todo el día. Son la mejor opción cuando no contamos con mucho espacio de pared. Si puedes incluirlos en tu proyecto, los tragaluces también son un elemento decisivo a la hora de aprovechar la luz natural. Son perfectos para las zonas más frecuentadas de la casa, como los baños o la cocina, pero también puedes decidir su ubicación según dónde incida más fácilmente la luz solar.