El cambio de temporada puede ser el mejor momento para reorganizar tu trastero y sacarle el máximo partido. Este espacio es un gran desahogo, especialmente si tu casa no es demasiado grande o si tienes poco sitio de almacenaje. Pero, lo cierto es que tendemos a guardar las cosas en él sin orden ni concierto, desaprovechando buena parte de su espacio y convirtiéndolo en un trastero desordenado y abarrotado, en el que difícilmente encontraremos algo cuando lo necesitemos. Si te sientes identificado con esta descripción, hoy te ofrecemos algunos consejos que te ayudarán a redescubrir la gran utilidad de este “tesoro” de tu hogar y una capacidad de almacenaje que hasta ahora desconocías.
Organización
Antes de comenzar a guardar cosas en tu trastero hay dos preguntas inevitables que debes hacerte: ¿lo necesito o no lo necesito? ¿lo volveré a usar o no? Si tienes la respuesta, deshazte de lo que ya no quieres, dónalo o regálaselo a alguien que lo pueda necesitar.
Con lo que todavía puede ser útil, hacer un inventario de todo lo que vas a almacenar y en qué lugar del trastero lo vas a hacer, es la mejor manera de aprovechar cada centímetro cuadrado del que dispongas.
Organiza el contenido por categorías. Clasifica por separado ropa, decoración, utensilios, material deportivo, recuerdos y asigna un lugar en concreto para cada categoría. Es la mejor manera para mantener un orden y poder encontrar lo que vayas necesitando en cada momento.
Coloca en primer lugar los bultos más pesados. Ubica juntas las cajas del mismo tamaño y que los objetos más necesarios estén siempre lo más cerca posible de la puerta.
Ayúdate de estructuras de almacenaje
Almacenes modulares o estanterías, estructuras metálicas hasta el techo o armarios son la mejor manera de aprovechar el espacio vertical. Si sigues este consejo, debes tener en cuenta algunos tips que te aportarán seguridad y funcionalidad:
- Mejor metálicas. Si usas estanterías modulares y ancladas es aconsejable que sean metálicas, pues tienen mucha más resistencia al peso.
- Regulables. Opta por estanterías con baldas regulables y altura variable para aprovechar cada hueco.
- Evita estanterías demasiado altas. Salvo que te quepa una escalera segura, es mucho mejor huir de las estanterías muy altas. En caso de que necesites mucho que guardar y te sean útiles este tipo de estanterías, coloca en los estantes superiores aquello que no vayas a usar y en los bajos los que utilizarás con más frecuencia.
- Armarios de madera o metal. Estos materiales son los más resistentes y soportan muy bien tanto los golpes como la humedad.
Utilices o no estas estructuras, es muy importante que repartas bien el peso. Las cosas u objetos más pesados pueden quedarse en el suelo o los estantes más bajos, y los más ligeros en las baldas más altas. También pueden ser muy útiles los ganchos o colgadores para colgar objetos como herramientas o bicicletas.
Embalajes específicos
Aunque se trate de un cuarto bien cerrado, nuestro trastero no protege a los objetos que en él guardamos del deterioro a largo plazo. Por ello, debemos contar con cajas, fundas de plástico y todo el material de embalaje que sea necesario para guardar y proteger su contenido de la manera apropiada.
La forma de embalaje más utilizada y también la más barata son las cajas de cartón. Pero, si ésta es tu opción no olvides tener en cuenta los siguientes consejos:
- Si guardas en ellas objetos pequeños, rellena los huecos con papel, bolsas, plástico de burbujas o cualquier material que los proteja de posibles golpes entre ellos. Las cajas medio vacías tienen mucho más riesgo de sufrir daños, tanto exteriores como interiores.
- No basta con cerrarlas. Debemos sellarlas firmemente con cintas de embalaje, reforzando todas las juntas y los puntos más débiles.
- En la misma caja o utilizando etiquetas debemos escribir un inventario de lo que vamos a guardar para que sea más fácil encontrar lo que podamos necesitar en el futuro.
Si quieres ahorrarte el etiquetado y el embalaje, nosotros te aconsejamos que optes por cajas de plástico transparente y con cierre hermético. Protegen mucho mejor su contenido y con un solo vistazo sabremos lo que guardamos dentro.
En cuanto a la ropa, te aconsejamos que utilices bolsas y a ser posible que las cierres al vacío. Aunque no lo parezca, el aire también ocupa espacio y si lo extraemos ganaremos mucha capacidad de almacenaje. Además, la ropa se conserva en mejores condiciones porque la preservamos de la humedad, los ácaros o las polillas.
Pasillo central
Es muy habitual que vayamos almacenando cosas sin orden, apilándolas unas sobre otras y que, cuando las necesitamos, sea imposible encontrarlas. Para evitarlo, es fundamental dejar un pasillo central que permita el acceso a todos los rincones del trastero de forma rápida y cómoda.
Iluminación adecuada
La iluminación suele ser el aspecto menos cuidado en los trasteros, pero éste es un craso error. Si iluminamos correctamente esta estancia nos será mucho más fácil acceder a ella y buscar cualquier objeto que necesitemos. La luz debe llegar a cada metro cuadrado. Los apliques en el techo son básicos, pero también debemos instalar luces en aquellos lugares que sigan estando oscuros. Si optas por luces en tonos fríos, percibirás mejor el espacio y tendrás una sensación de mayor amplitud y orden.