Ordenar los armarios es, seguramente, una de las tareas más tediosas para el común de los mortales. Siempre hay algún afortunado que cuenta con un amigo o pariente que es un friki del orden y ayudarte a ordenar es su plan ideal pero, como esto no suele ser lo habitual, hoy nos hemos propuesto ayudarte con estos ocho consejos. Si los sigues, no solo ahorrarás tiempo, sino que te será mucho más fácil mantener tu armario ordenado.
Las prisas son malas consejeras
Si quieres que, por una vez, tus armarios estén en perfecto estado de revista, olvídate de las prisas. Salvo que tengas mucho tiempo libre y puedas dedicar dos o tres días a ordenarlos todos, te aconsejamos que vayas haciéndolo de uno en uno. El mejor momento es cuando tenemos que hacer el cambio de armario de invierno a verano o viceversa. Aprovecha este inevitable día para guardar la ropa de temporada lo más ordenada posible.
Muchas veces tenemos la tentación de ir ordenando poco a poco cada cajón o perchero, pero lo más útil es que saquemos toda la ropa del armario. Podría parecerte que es una pérdida de tiempo y que será una tarea mucho más pesada, pero te aseguramos que es mucho más práctico. Si no tenemos claro qué piezas guardamos en nuestro armario, difícilmente sabremos cuál queremos guardar, cuál utilizamos y cuál ya no nos es útil y es mejor donar, vender o reutilizar.
El truco de la percha
¿Eres de los que guardan una prenda años y años en el armario, a pesar de que nunca la hayas vuelto a utilizar? Si la respuesta es sí, te enseñamos una regla con la que podrás saber cuándo esa prenda ha cumplido su función. Más allá del consabido periodo de dos años (si pasado este tiempo no la has utilizado, puedes sacarla de tu armario), existe otro truco que te ayudará a desprenderte de aquello que de verdad no utilizas. Habitualmente, en un armario ordenado, las perchas son uniformes y sus ganchos están orientados hacia adentro. Por tanto, si tienes dudas sobre la utilidad de una prenda, gira el gancho en dirección opuesta al resto. Si después de un tiempo (un año o dos), la percha sigue en esa misma dirección, la prenda no habrá pasado la prueba. Donarla o desecharla será tu mejor opción.
Orden por categorías
Ya tenemos claro qué prendas queremos guardar. Ahora es el momento de volver a introducirlas en nuestro armario, pero de forma ordenada. Para conseguirlo, lo más aconsejable es que las organices por categorías. Es decir, los pantalones con los pantalones, las faldas con las faldas, los jerséis con los jerséis etc. Cuanto más categorizada esté la ropa, más fácil te será encontrarla y guardarla una vez usada, sin que el desorden vuelva a tu armario.
Más allá del tipo de prenda, de su longitud e incluso de su color, también es útil guardar las prendas según la frecuencia con las que las uses. Las que utilices más deberán estar más a mano y las que solo te pones en ocasiones especiales pueden quedar en un segundo plano.
Etiqueta
Si tienes por costumbre guardar en cajas o bolsas de almacenaje la ropa, es fundamental que las etiquetes para que no tengas que sacarlas todas cada vez que busques algo. Esta buena costumbre es fundamental cuando se trata de la ropa de otras temporadas, pues te facilitará el cambio de armario. En este sentido, es aconsejable que guardes las cajas de la ropa de entretiempo en la parte más visible, por si necesitas esas prendas antes de hacer el cambio de armario definitivo.
Dobla en vertical
Puede parecer “contra natura” pero doblar en vertical es fundamental para poder mantener tu armario en perfecto orden. Habitualmente doblamos la ropa y la apilamos por columnas. Una costumbre que hace que sea difícil de encontrar la prenda que buscamos y acabemos utilizando siempre la misma ropa. Además, si queremos coger una prenda que está abajo del montón, es muy fácil que acabemos tirándolo todo y desordenando nuestro armario.
Por el contrario, si doblas la ropa y la guardas en vertical, tendrás todo en un vistazo, será mucho más fácil acceder a ella y ganarás en rapidez a la hora de vestirte.
Enrolla las prendas
Si doblar en vertical es lo más aconsejable para estantes o partes destapadas de tu armario, en el caso de los cajones, la mejor manera de hacerlo es enrollándolas. Más allá de aportar una gran sensación de orden y de tener todas las prendas a la vista, esta manera de doblar la ropa es fundamental si tu armario no es demasiado grande y necesitas ahorrar espacio. Y otra ventaja de esta forma de doblado: ¡las prendas no se arrugan!
Accesorios bien organizados
Si es importante que todas tus prendas estén perfectamente ordenadas en tu armario, no lo es menos que tus complementos estén en el lugar que les corresponde. En el caso de los bolsos, la mejor manera es guardarlos en percheros extraíbles compartimentados. Los tendrás todos a la vista y no tendrás que sacaros todos cada vez que busques uno que utilizas menos. Y otro consejo: nunca guardes los pequeños dentro de los grandes pues olvidarás que los tienes y dejarás de utilizarlos.
Para tus collares, lo ideal es colocar una barra donde puedas colgarlos y si no tienes mucho espacio, una percha rígida también puede sacarte del apuro. Para accesorios más pequeños, como pendientes, anillos o pulseras puedes utilizar cajas o cajones compartimentados.
Protege tus prendas
Más allá de mantener tu armario perfectamente limpio, es fundamental que utilices repelentes de polillas. Los hay que se pueden colgar en barras o perchas o directamente ponerlos en los cajones (en el caso de la ropa más delicada).
Y no olvides que hay prendas que requieren de un cuidado especial, como los trajes de fiesta, los abrigos de piel o los esmoquin. En estos casos es conveniente que los guardemos siempre en fundas.