Comprar una vivienda es, seguramente, una de las decisiones de mayor trascendencia para tu economía. Salvo que cuentes con un buen colchón económico o te ayuden tus padres o familia, si estás decidido a comprar una casa también tendrás que estar dispuesto a llevar una eficiente gestión de tus finanzas. Tu gran “sueño” pasa por unas buenas decisiones financieras, un exhaustivo control de ingresos y gastos o una cuidadosa planificación de tus ahorros. Tres premisas básicas pero no las únicas. A continuación profundizamos en los pasos que deberás seguir para adquirir una vivienda con garantías y sin sobresaltos futuros.
1. Análisis de ingresos y gastos
Tener perfectamente claros tus ingresos y gastos es el primer e indispensable paso a seguir antes de decidirte a comprar una vivienda pues, de lo contrario, no sabrás del dinero que dispones para dicha compra. Un análisis básico consiste en identificar cuáles son los ingresos fijos y variables que percibes.
A continuación deberás hacer una lista de todos los gastos que afrontas a lo largo del año. Con ello, podrás saber qué porcentaje de tus ingresos dedicas a cubrir esos gastos y que te queda después para ahorrar o en este caso para comprar una casa.

2. Optimiza tus gastos
Si ya tienes claros los ingresos y gastos que tienes, es aconsejable que intentes optimizar estos últimos para poder afrontar con mayor tranquilidad el gran gasto que supone la compra de una vivienda. Te sugerimos algunos consejos prácticos como revisar tus suscripciones o servicios innecesarios; evaluar tus hábitos de compra, si aprovechas ofertas y descuentos o compras de manera impulsiva o gestionar tus vacaciones de forma ajustada a tu presupuesto y a los nuevos gastos que ahora deberás afrontar. Se trata de averiguar de forma realista el dinero que podéis dedicar a la compra de vuestro hogar sin comprometer vuestra estabilidad económica.
Te ayudará mucho elaborar un detallado presupuesto familiar.
3. Planifica los ahorros
No podemos olvidar que, aunque contemos con una hipoteca, el banco financia como máximo el 80% del valor de la vivienda. Es decir, el restante 20 o 30% deberás pagarlo con tus ahorros, así como otros gastos tales como el IVA, los impuestos de formalización de la escritura pública de compraventa ante el notario (entre 550 y 750 euros) o los gastos de registro (entre 300 y 500 euros).
Y si necesitas hipoteca también tendrás otros gastos extra, como la tasación, los seguros de hogar o vida, que suelen exigir los bancos o los pagos de gestión por la inscripción de compraventa.
Para afrontar todos estos gastos, así como otros que pudieras tener en el futuro, es aconsejable que crees un plan de ahorro mensual. Una buena práctica es destinar entre un 20 y 30% de tus ingresos al ahorro, siempre que no comprometas tus necesidades básicas. Si ves que ese 20% no es asumible, disminuye ese porcentaje. Eso sí, recuerda los gastos que deberás afrontar para comprar una vivienda y comienza a ahorrar con la suficiente antelación como para poder cubrirlos en el momento de la compra.
Si empiezas a ahorrar con tiempo suficiente, puedes considerar la posibilidad de invertir un porcentaje en algún producto financiero que genere una rentabilidad estable sin riesgo. De esta manera aumentarás tus ahorros de manera mucho más eficiente.
Aunque tu objetivo principal sea ahorrar para tu nueva vivienda, no olvides que también es importante dedicar parte de este ahorro a un fondo para imprevistos. De esta manera, podrás afrontar situaciones y pagos inesperados sin tener que recurrir a nuevos créditos o préstamos. Lo aconsejable es que en este fondo tengas entre tres y seis meses de gastos cubiertos, lo que te dará cierta tranquilidad financiera ante cualquier eventualidad.

4. Compara hipotecas
Es fundamental que no te quedes con la primera hipoteca que te ofrezcan. Busca y compara las ofertas de las diferentes entidades bancarias, pues el interés, las comisiones, el plazo de amortización o las condiciones generales pueden variar significativamente entre unos bancos y otros.
Algunos puntos importantes que deberás considerar, antes de elegir la hipoteca, son el monto del crédito (y por tanto lo que tendrás que pagar tú al contado), el plazo a pagar (cuanto más largo sea, menores serán los pagos mensuales) o la tasa de interés (opta por la opción más competitiva y que mejor se adapte a tus posibilidades). En cualquier caso, tómate el tiempo necesario para decidir y a ser posible, asesórate por un profesional.
También te puede servir de ayuda un simulador de hipotecas, que te dará el valor aproximado de cada cuota mensual y te facilitará la administración de tus finanzas.

5. Busca ayudas y subvenciones
Dependiendo de tu lugar de residencia, cuentas con diferentes ayudas o subvenciones, a nivel nacional o autonómico, a la compra de vivienda. Estas ayudas pueden ser una gran oportunidad para reducir los costes de la compra de tu vivienda. Por ejemplo, si eres joven y cumples determinados requisitos, actualmente cuentas con la posibilidad de recurrir a los avales ICO. Por tanto, te recomendamos que investigues a fondo todas las opciones de ayudas y subvenciones disponibles.