El campo cada vez está más metido en nuestras ciudades gracias a la tendencia de montar huertos en nuestros hogares. Esta tendencia en alza se ve favorecida, en parte, por el aumento del consumo de productos ecológicos y locales, además del auge de movimientos sociales sostenibles que reivindican lo natural.
Hacer un huerto en casa puede parecer una tarea complicada, y a menudo, nos viene este pensamiento: “no tengo suficiente espacio ni tiempo” y acabamos descartando la idea. Pues hoy te damos motivos más que de sobra para descartar este pensamiento.
Además, en Firmus Homes estamos haciendo realidad Nôrdes Residencial, un nuevo proyecto en el que todas las viviendas tienen una un espacio exterior, ideal para empezar tus pinitos en la agricultura ecológica.
Da igual el espacio con el que cuentes, la experiencia que tengas o los cultivos que quieras plantar, para empezar un huerto necesitas estas 5 cosas básicas:
1. Escoger el recipiente más adecuado
Si no disponemos de una vivienda con un pequeño terreno, podemos crear nuestro huerto en espacios como las terrazas o las repisas de las ventanas utilizando recipientes de cultivo. Escoger un macetero, jardinero, o mesas de cultivo dependerá del espacio con el que cuentes y de la inversión que puedas realizar.
- Mesas de cultivo: es una de las opciones más interesantes por sus diferentes longitudes, anchuras y alturas, y además por su facilidad para adaptarse a ti sin tener que arquear mucho la espalda y poder plantar muchos cultivos en el mismo espacio. El tamaño dependerá exclusivamente del espacio que dispongas.
- Macetas normales y colgantes: se adaptan muy bien a los espacios más reducidos ya que, simplemente aumentando el número de macetas puedes agrandar el tamaño de tu huerto. Son muy flexibles y requieren de poca inversión.
- Jardines verticales: ideales para espacios reducidos ya que te permite disfrutar de un huerto, aunque no tengas rincón para ello, sólo hace falta una pared. Son muy estéticos y dan un aire muy fresco a la decoración, aunque requieren de una inversión inicial mayor que los anteriores.
2. Ubicación
Los cultivos agrícolas necesitan muchas horas de luz, esto sí. Si plantas hortalizas necesitarán entre 5 y 6 horas de sol directas al día como mínimo.Para las verduras de hoja con 3 o 4 horas al día de sol es suficiente. En España, lo ideal es orientar tu huerto hacia el sur o el sureste, ya que suele ser la orientación con más horas de sol.
3. Tierra o sustrato
El recipiente que hayamos escogido, deberemos rellenarlo de sustrato; un tipo de tierra específico para macetas u otros recipientes que retenga bien el agua y sea rico en nutrientes. Lo más adecuado es usar sustratos orgánicos, los cuales deben ser ligeros, tener una adecuada porosidad y con capacidad para retener nutrientes fundamentales. Te recomendamos buscar sustratos de buena calidad en tiendas especializadas para huertos, así no tendrás necesidad de usar abono ni fertilizante hasta después de 8 semanas del trasplante. El sustrato universal es el más común y va muy bien para macetas y jardineras.
4. Semillas y plantas
Podemos comprar sobres con semillas o plantones. Si eres principiante, te recomendamos que comiences a cultivar utilizando plantones. Debido al aumento de aficionados al huerto en casa, cada vez son más los viveros cercanos a las ciudades que ofrecen plantel. Esta es una opción interesante para aquellos que se inician en el cultivo ya que simplifica bastante las tareas del huerto.
Poco a poco, conforme vayamos adquiriendo experiencia, podemos ir combinando el uso de semillas y plantones. Te dejamos unos consejos:
- El agujero para la semilla deberá de ser como mínimo tres veces el tamaño de esta.
- Las grandes se siembran en grupos de dos o tres
- Las semillas pequeñas a voleo (lanzando cuñado sobre el sustrato)
- Para facilitar la germinación y protegerlas del viento es conveniente apisonar un poco la tierra con la palma de la mano después de sembrar.
5. Riego
Por último, y no menos importante, las plantas y hortalizas cultivadas necesitan que estemos pendientes de su riego. En los recipientes, el agua se agota con mayor rapidez que en el suelo. Hay que estar pendientes para mantener una humedad constante, ajustándola a las hortalizas que estemos cultivando y a la época del año.
Se puede regar de forma manual o a través de un sistema de riego por goteo con programador. El primer caso es el ideal para pequeños huertos. Aconsejamos el uso de una regadera y hacer el riego poco a poco para evitar la formación de grietas en el sustrato. Si tenemos un huerto más grande y recibimos mucha luz (sobre todo en época estival), la segunda opción de riego será la más acertada. Este sistema permite controlar el caudal de riego y su frecuencia de manera más exacta, lo que permite no malgastar agua y aportar al sustrato la cantidad exacta que necesita sin excesos.
Te aseguramos que, aunque lo que más cuesta sea empezar, tener tu propio huerto urbano dará vida a tu hogar y convertirá tu tiempo libre en una experiencia muy gratificante. Además, esta práctica puede proporcionar una buena cantidad de hortalizas y verduras ecológicas (y de paso muy sabrosas) a tus menús diarios. Si ya tienes tu huerto urbano en casa o si decides empezarlo, no dudes compartir tu foto con nosotros a través de nuestras redes sociales. ¡Nos encantaría verlo!