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Consigue interiores funcionales, atractivos y acogedores

Cuando pensamos en decorar nuestra nueva casa o redecorar la que ya habitábamos, nuestro principal objetivo suele ser conseguir un hogar más bonito, más moderno o más acogedor, pero muchas veces olvidamos una premisa básica de diseño de interiores: la funcionalidad. Una característica que nunca deberíamos obviar, pues una buena decoración no solo mejora la apariencia de una casa, sino también la calidad de vida de aquellos que la evitan.

Generalmente, esta practicidad se asocia con ambientes contemporáneos o estilos modernos y minimalistas, pero lo cierto es que puedes hacer más funcional y práctico cualquier interior, se inspire en la tendencia en decoración que se inspire. Se trata simplemente de optimizar al máximo la utilidad y las posibilidades que te ofrece cada espacio de tu casa, respetando el estilo con el que te sientas más cómodo y confortable.

Características básicas del estilo funcional en el diseño de interiores

El estilo funcional no es una tendencia en decoración, pero sí que se basa en unas características básicas que debemos conocer, si lo queremos trasladar al diseño de interiores de cualquier hogar.

Gustos personales

Antes de iniciar cualquier proyecto de diseño de interiores es fundamental conocer el estilo, los gustos y las necesidades de las personas que van a vivir en ese espacio. Más allá de las últimas tendencias, si queremos crear un hogar, en el que sus habitantes se sientan cómodos y relajados, debemos elegir un estilo de decoración que refleje sus gustos personales. En resumen, el objetivo de todo diseñador de interiores es crear espacios, con un aire nuevo, que den respuesta a los gustos y anhelos de aquellos que los habitan, para que sientan como suyo cada rincón de su hogar.

Funcionalidad de cada estancia

Es relevante conocer la funcionalidad de cada estancia de la casa que vamos a decorar. Es decir, tenemos que tener muy claro el tipo de habitación, para qué se va a utilizar y qué van a necesitar las personas que allí vivan o trabajen.

Debemos preguntarnos: ¿qué ambiente queremos generar? ¿Relajante, acogedor, activador…? Por ejemplo, una habitación o un cuarto de estar deberá ser cómodo, acogedor y crear un ambiente relajante, mientras que una cocina deberá ser lo más práctica posible y facilitar tanto el trabajo que en ella se realiza como su limpieza o mantenimiento.

En definitiva, al decorar cualquier estancia debemos diseñarla y organizarla teniendo en cuenta la facilidad, utilidad y comodidad de su empleo y todo ello sin perder de vista la estética elegida, según los gustos de sus habitantes.

Iluminación

Una iluminación adecuada no solo puede cambiar completamente la apariencia de un espacio, sino también mejorar su funcionalidad. Una luz indirecta, cálida y suave creará un ambiente mucho más acogedor y relajante en una zona de estar, mientras que una luz directa y brillante facilitará todas las tareas que se desarrollan en una cocina o en el baño. Además de la luz general, debemos incluir puntos de luz en las zonas de trabajo y enchufes suficiente para todos aquellos electrodomésticos que vayamos a necesitar.

El color

Los colores tienen, sin duda, un impacto directo en la apariencia o el estilo decorativo de cualquier estancia, pero lo que muchas veces no tenemos en cuenta es que también influyen de manera determinante en el estado de ánimo de las personas que allí se encuentran. Por tanto, no debemos olvidar que, por ejemplo, los colores cálidos y suaves propician una ambiente acogedor y relajado, mientras que los tonos brillantes o fuertes invitan a la actividad y la alegría.

De este modo, los primeros serían más indicados para los dormitorios o las salas de estar, mientras que los segundos son más propicios para la cocina, los lugares de trabajo e incluso el comedor.

Mobiliario a medida

Debemos buscar muebles que permitan sacar el máximo partido a cualquier habitación y para conseguirlo nada mejor que elegir piezas a medida, que respondan a las necesidades y utilidades de cada espacio, optimizando cada centímetro de cada habitación. La clave está en descubrir qué muebles nos van a ser más prácticos o van a facilitar el almacenaje, ocupando el mínimo espacio indispensable y respetando el estilo decorativo que hemos elegido. También es muy aconsejable utilizar mobiliario que sea cómodo, bonito y confortable, al tiempo que nos permita realizar diferentes acciones en cada espacio.

La calidez

En contra de lo que pueda parecer, la calidez no está en absoluto reñida con la funcionalidad. Una decoración cálida invita a apostar por colores neutros y materiales como la madera pero, para conseguir esa sensación de calidez, también es fundamental que el espacio nos facilite la vida. Por ello, para que el diseño de interiores sea un éxito, hay que prestar especial atención a los detalles más prácticos. Tan importante es elegir los colores o los textiles como los muebles auxiliares. Mesas extensibles para espacios reducidos, asientos confortables, que inviten a pasar largas horas leyendo, charlando o compartiendo tiempo con la familia o los amigos, o aparadores o cómodas que aportan mucha calidez al tiempo que tienen una gran utilidad por su capacidad de almacenaje.