La subida constante de los precios de la energía ha convertido el ahorro energético en una de las principales preocupaciones de los hogares españoles. Consumir menos electricidad o gas no tiene porqué suponer hacer grandes inversiones en nuevas instalaciones, domótica o reformas. Si bien las nuevas tecnologías nos pueden ayudar a que nuestras casas sean más eficientes, lo cierto es que cambiando algunos de nuestros hábitos y siguiendo sencillos consejos podemos reducir considerablemente nuestras facturas energéticas.
1. Aprovecha la luz del sol
Seguir este consejo no te costará ni un euro y te permitirá ahorrar electricidad muy fácilmente. Especialmente si vives en una zona soleada y tu casa tiene buena orientación, sacar el máximo partido a la luz solar puede ayudarte a reducir considerablemente tus facturas energéticas. Solo tienes que situar las mesas de estudio, lugares de lectura o zonas de trabajo lo más cerca posible de las ventanas o ventanales de tu casa. Y, si quieres aprovechar al máximo esta luz natural, colocar espejos dentro de casa es otra estrategia para multiplicar la iluminación de tu hogar gratuitamente.
2. Bombillas de bajo consumo
Si todavía te quedan en casa bombillas o luces tradicionales es momento de cambiarlas. Sustituirlas para unas LED o de bajo consumo se puede traducir en un ahorro de más del 80% respecto a tus bombillas convencionales. Por tanto, a pesar de ser más caras, su eficiencia y duración compensarán la diferencia de precio sobradamente.
3. Apaga las luces
Puede que quede muy bonito tener todas las luces de nuestro hogar encendidas, pero ni es ecológico ni mucho menos barato. El consumo de luz innecesario es muy fácil de evitar. Solo tienes que encender aquellas luces que necesites en cada momento y asegurarte de que las apagas cuando ya no las necesitas o cuando sales de casa. Y recuerda que la falsa creencia de que cuesta más dinero encender y apagar las luces que mantenerlas encendidas es eso ¡falsa! Los interruptores pueden ser nuestros mejores aliados a la hora de ahorrar energía.
4. Utiliza los electrodomésticos correctamente
Uno delos electrodomésticos que más luz consume es el frigorífico. Por tanto, una temperatura interior educada te puede ahorrar muchos sustos en forma de factura desorbitada. Recuerda que esta temperatura debe estar entre los 3 y los 7 grados. El uso eficiente de la lavadora y el lavavajillas también es clave. Ponlos en marcha cuando estén al máximo de carga y a ser posible con una temperatura de no más de 40 grados. Subirla a 60 grados puede suponer un 55% más en tu factura de la luz. Otro consejo muy útil es utilizar siempre ollas y sartenes con el diámetro acorde a los fuegos que vayas a utilizar para aprovechar todo el calor. Y no olvides mantener las puertas de tus electrodomésticos cerradas y solo abrirlas cuando sea estrictamente necesario.
5. Evita el consumo silencioso
Algo tan sencillo como desenchufar los dispositivos electrónicos, los cargadores o aquellos electrodomésticos que tienen luces piloto o relojes digitales puede suponer un ahorro energético de más de un 10%. Ya sea una tostadora, una televisión o un ordenador, si está enchufado sigue consumiendo aunque esté apagado. Una opción muy práctica es enchufarlos a una regleta con interruptor. De este modo, podrás cortar el consumo eléctrico de varios electrodomésticos con solo dar a un botón.
6.No cargues los dispositivos móviles u ordenadores por la noche
Si dejas cargando estos dispositivos por la noche, cuando finalice la carga se quedará muchas horas enchufados y consumiendo energía. Si sigues este consejo, no solo ayudarás a reducir tu factura energética sino que cuidarás al máximo la salud de las baterías y alargarás su vida útil.
7. Controla la temperatura
La temperatura ideal y saludable para un hogar oscila entre los 20 y los 23 grados durante el día y los 15 y los 17 durante la noche. Asegúrate de respetar esos parámetros, tanto si tu sistema de climatización es manual como si es automático. Instalar un sencillo termostato programable puede ser una manera muy sencilla y eficiente de ahorrar energía, pues puedes ajustar la temperatura a las necesidades de cada momento: día/noche, fines de semana, viajes, etc. Y si eres de los frioleros, ponerse más ropa puede ser otro hábito muy sencillo y aconsejable para reducir la factura de la luz.
8. Electrodomésticos eficientes
Si estrenas casa o si has de renovar tus electrodomésticos, optar por los de clase A es clave para ahorrar energía. Elige siempre electrodomésticos con las etiquetas energéticas más eficientes. Es decir los de A+, A++o A+++. Puede que requieran de una inversión inicial mayor, pues son algo más caros, pero a medio y largo plazo el ahorro en energía compensará sobradamente esa diferencia de precio. Por ejemplo, un frigorífico eficiente consume hasta un 40% menos de luz, lo que se traduce en más de 250 euros de ahorro al año.
9. Contrata una tarifa de luz con discriminación horaria
Esta puede ser una de las mejores maneras de ahorrar energía. Eso sí, debes tener claro que serás capaz de concentrar al menos un tercio de tu consumo en los horarios en los que el precio es más bajo. Es decir, en las llamadas horas valle. Esta recomendación te sirve tanto si estás en el mercado libre como en el regulado, ya que en ambos casos tendrás la posibilidad de contratar estas tarifas y beneficiarte del ahorro energético que suponen. Por otra parte, comprueba que la potencia instalada es la que necesitas, ni más ni menos.
10. Utiliza apps de consumo energético
Este tipo de apps te permiten controlar tu consumo energético y saber cuánto gastas en cada momento y en qué lo gastas. También puedes traducir directamente ese consumo en euros y beneficiarte de otras muchas funcionalidades que facilitarán la toma de decisiones que te permitirán ahorrar en luz y gas.
