Comprar una casa puede ser una de las tareas más agotadoras, estresantes y difíciles a las que nos tendremos que enfrentar a lo largo de nuestra vida. Suele ser una de las más caras adquisiciones que realizaremos y de que aceptemos o no dependerá en gran medida nuestra calidad de vida y la felicidad y bienestar de toda la familia. Por todo ello, el primero de nuestros consejos es que os lo toméis con calma y paciencia, pues, en este caso, las prisas son sin duda malas consejeras. Tenemos que tener muy claras nuestras necesidades y planes de futuro y hacer una precisa y profunda investigación del mercado, contemplando toda la oferta de nueva vivienda en la ciudad en la que queremos vivir.
Qué aspectos tener en cuenta para en comprar la casa perfecta
Pero, además de todo esto, hay algunos aspectos que deberemos tener en cuenta para encontrar la casa perfecta.
1. Precio
Antes de comenzar a buscar debemos tener claro el presupuesto con el que contamos. Una cifra que debería ajustarse a cada situación económica, la presente y la que podemos prever en el futuro. Más allá de la compra de la casa, la posible hipoteca o el plan de pagos, también tenemos que valorar los gastos de mantenimiento, comunidad, seguros e impuestos que conlleva una casa, dependiendo del lugar y el tipo de vivienda que elijamos.
2. Ubicación
Saber dónde queremos vivir es la primera y fundamental premisa antes de empezar a buscar. Más allá de la ciudad donde residimos o residiremos debemos estudiar detenidamente sus barrios y calles. Puede ser que primes tener comercio, hospitales, colegios y todo tipo de servicios cerca de casa, sobre el inconveniente del ruido, el difícil aparcamiento o el precio más caro. Pero también puede que te compense tener que utilizar más el coche o el transporte público, pero disfrutar de mayor tranquilidad, de zonas ajardinadas y un precio más asequible. Es importante que analices todo lo que nos ofrece cada ubicación y lo que te podría faltar.
3. Tipo de vivienda
Esta decisión estará condicionada por el punto anterior pues, según el sitio que hayamos elegido, tendremos una u otra oferta de viviendas. Por si te ayuda a decidirte, te diremos que por lo general los pisos son el tipo de inmueble más rentable y las casas unifamiliares, áticos o dúplex suelen suponer un mayor desembolso. Siempre, claro, dependiendo de la zona en la que nos encontremos, pues nada tiene que ver comprarse un piso en el centro de una gran ciudad con hacerlo en un barrio o pueblo cercano. Teniendo esto en cuenta, también es fundamental saber cuántas personas van a vivir en el inmueble a medio y largo plazo y si la casa cubrirá sus necesidades.
4. Servicios
Si importante es la casa, no lo es menos los servicios con los que cuente la zona donde está ubicada, pues de ellos dependerá en gran medida la calidad de vida y la tranquilidad de toda la familia. Una buena red de transporte público cercana y la proximidad de supermercados, comercios, colegios, farmacias, centros de salud u hospitales puede facilitarte mucho la vida y darte mucho más tiempo para el ocio, el trabajo o la familia. Pero, como en el caso anterior, es posible que la tranquilidad o las zonas verdes compensen el no contar con todo lo anterior.
5. Tamaño, número y distribución de las estancias
En este punto es vital pensar no solo en el presente sino también en el futuro. Puede que hoy seáis dos y con una habitación te baste, pero que estés pensando en ampliar la familia y vayáis a necesitar más espacio. Por tanto, como mínimo, deberemos visualizar nuestra vida en un periodo de 5 a 15 años.
Estudiar la distribución y que esta se adapte a tus gustos y necesidades también es fundamental para encontrar tu casa ideal. Puede que te guste la cocina integrada en el salón, que la zona de servicio quede claramente separada o que las habitaciones de niños y adultos estén juntas o distanciadas. Es cuestión de gustos y preferencias de cada cual, pero asegúrate de que la vivienda que vas a comprar responde a los tuyos.
6. Orientación
Antes de decidirte por un nuevo hogar, presta atención a la orientación y la incidencia del sol. De ello dependerá, en gran medida, la factura energética, pues los consumos en calefacción, aire acondicionado o luz varían considerablemente. Puede que si vas a vivir en un sitio frío te interese una casa orientada a sur y si, por el contrario, tu zona es muy cálida, sea más aconsejable una orientación norte. Si optas por un piso, también es importante que tengas en cuenta la altura pues, dependiendo de ella, disfrutarás de más o menos luz natural.
7. Garaje y trastero
Cuando estamos buscando casa parece que el garaje y sobre todo, el trastero pasan a un segundo lugar en nuestras preocupaciones. Pero, nada más lejos de la realidad. Según dónde vivas, no contar con un garaje en el mismo edificio o al menos cerca, puede suponer una auténtica y cara pesadilla. En cuanto al trastero, especialmente si la casa no es demasiado grande o no cuenta con muchos armarios, te aseguramos que es una inversión de la que no te arrepentirás.
8. Aislamiento térmico y acústico
Ambos factores son determinantes a la hora de medir la comodidad y el bienestar que ofrece una vivienda. Especialmente, si vives en una zona muy ruidosa o especialmente fría o cálida, este es un punto que deberás tener muy en cuenta antes de decidirte por una u otra opción. Generalmente, una vivienda bien aislada térmicamente también lo está del ruido y contribuirá de forma nada desdeñable a reducir el gasto en climatización.
9. Terrazas y zonas verdes
Si algo hemos aprendido después de la pandemia es que un jardín o una simple terraza puede ser una de las zonas de nuestra casa que nos dé mayores satisfacciones y que contribuya en mayor medida a nuestra calidad de vida. Por tanto, a igualdad de condiciones, elige siempre la vivienda con terraza o jardín y si supone un incremento de precio, pero te lo puedes permitir, no dudes que te va a compensar.
10. Edad de la vivienda
Dependiendo de la edad y fundamentalmente, del estado de conservación del inmueble, los gastos presentes y futuros pueden elevarse considerablemente. Por ello, debes asegurarte de que la vivienda está bien construida, con materiales de primera calidad y que se ha mantenido correctamente. Si este es el caso, tal vez te interese una vivienda de segunda mano, pues estas suelen tener un precio más asequible.
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