Aprovechar al máximo la luz natural no solo tiene beneficios estéticos y económicos sino que también es sinónimo de salud física y mental y de bienestar. Saber sacarle partido a cada rayo de sol se traduce en una mayor eficiencia energética, un incremento de la productividad, en una mejor calidad del sueño, pues ayuda a la mejor sincronización de nuestro reloj biológico, en un sistema inmunológico fuerte, una mejor salud cardiovascular y visual y un riesgo mucho menor de sucumbir a la ansiedad o las depresiones. En definitiva, la cantidad de luz solar que entra en nuestros hogares es directamente proporcional a nuestra salud y felicidad.
Por tanto, si quieres beneficiarte de todas estas ventajas, al tiempo que ahorras y cuidas el medio ambiente, te animamos a seguir los siguientes consejos:
Despeja las entradas de luz
Es una de las formas más fáciles de incrementar la luz solar en tu casa. Solo deberás liberar las ventanas, ventanales o cualquier otra entrada de luz natural de cualquier objeto que pueda dificultar el paso de los rayos de sol. Se trata de que adornos, muebles o plantas no disminuyan la cantidad de luz natural que nos llega del exterior. En este sentido, cuanto menos mobiliario contenga una estancia menos obstáculos encontrará la luz y menos sombras se generarán . Por tanto, antes de colocar un mueble, no solo pienses en dónde quedará mejor desde el punto de vista decorativo, sino también en el impacto que tendrá en la iluminación.
Cortinas translúcidas
No podemos negar que hay muchos momentos del día en los que demasiada luz nos puede molestar e incluso ser perjudicial. Por tanto, no podemos obviar la necesidad de contar con cortinas persianas, toldos o estores. Lo ideal es que las cortinas estén confeccionadas con tejidos finos, a ser posible translúcidos y de colores claros, para que nos den privacidad y atenúen los rayos del sol al tiempo que dejen pasar la luz.
Por otra parte, lo más aconsejable es que contemos con varios sistemas de control de la luz, que podamos regular según las necesidades. Por ejemplo, persianas o estores para evitar que entre la luz de la calle por las noches, combinados con cortinas o toldos para los momentos de mayor luz natural.
Elige los textiles correctos
Al igual que en las cortinas, los textiles que utilices, tanto para el mobiliario como para la decoración, deben ser finos y translúcidos. Materiales como la gasa, el lino o la organiza, en sillones, sofás, almohadones o manteles, nos ayudarán a aprovechar al máximo la luz natural. También es aconsejable evitar los grandes estampados, pues tienden a opacar la luz que en ellos incide.
Elige los colores adecuados
Una elección adecuada de la paleta de colores que vas a utilizar para tu casa puede ayudarte a aprovechar la luz natural mucho más de lo que pudieras creer. Colores claros como los blancos, pasteles, beige o grises, no solo reflejan la luz sino que crean una sensación de mayor luminosidad en cualquier estancia.
Lo más aconsejable es utilizar tonos suaves o pasteles para las paredes; blancos o colores muy claros para el techo y materiales claros y brillantes para los suelos. En el caso de los marcos de puertas y ventanas, podemos maximizar la claridad si los elegimos blancos, pues reflejarán los rayos hacia el interior y nos darán sensación de profundidad.
Apuesta por las cristaleras y cerramientos transparentes
Las cristaleras son la mejor solución para separar espacios o marcar límites entre las diferentes estancias de nuestro hogar, aprovechando al máximo la luz natural. Además, aportarán una sensación de mayor amplitud y profundidad. En este sentido, las celosías están de última moda, como sustitutivo de alguna pared. Las puedes colocar en la cocina, el salón e incluso una habitación. Además de aportar un toque moderno, dejan pasar la luz natural y aportan gran luminosidad.
Y si cuentas con una buhardilla en tu casa, colocar ventanas en el techo o acristala toda la parte superior de la estancia, servirá para que un espacio, generalmente muy oscuro, se llene de luz natural.
Grandes ventanales
Si estás proyectando tu casa, todavía estás a tiempo de instalar grandes ventanales para aprovechar al máximo la luz del sol. Los expertos aconsejan que supongan de un 10 a un 20% de la superficie total de la casa. Para potenciar la luminosidad, lo ideal es colocar ventanas con marco sin ningún elemento decorativo divisorio.
Mesas y puertas de cristal
La mejor manera de aprovechar la luz natural es eliminar las barreras que bloquean su paso. Barreras como mesas o puertas macizas. Para evitarlo, instalar puertas de cristal, fijas o corredizas, es una buena idea. Del mismo modo, las mesas con tableros de cristal, no solo dejan pasar la luz sino que dan una mayor sensación de amplitud en cualquier estancia. Lo mismo sucede con los elementos decorativos. Si optamos por los de vidrio, cristal o aquellos con detalles metálicos, sacaremos el máximo partido a los destellos brillantes que en ellos se reflejan.
Haz magia con los espejos
Más allá de ser elementos decorativos o de su funcionalidad, los espejos multiplican la profundidad y la amplitud de los espacios y los hacen mucho más luminosos. Su “magia” se basa en la capacidad de reflejar la luz en lugar de absorberla, lo que permite que se propague hasta el último rincón de tu hogar. Si además los colocas frente a las ventanas este poder de proyectar la luz se multiplicará hasta el infinito.
