Esas lucecitas mínimas casi imperceptibles, esos pequeños relojes digitales o esos cargadores en teórico reposo le están costando a tu bolsillo mucho más de lo que podrías imaginar. Seguramente, ni te has planteado que cuando no usas los electrodomésticos también están consumiendo energía. Es lo que se llama el consumo fantasma y evitarlo es tan fácil como desenchufar de la corriente esos aparatos.
Está claro que en algunos de nuestros grandes electrodomésticos, como lavadoras, lavavajillas o neveras no podremos hacerlo pero, si sigues leyendo este post, comprobarás que los casos en los que sí puedes desconectarlos son muchos y reducirán considerablemente tu consumo energético y tu factura de la luz.
El televisor
Pocos son los que desenchufan el televisor cuando no lo están usando, pero lo cierto es que su consumo en reposo no es desdeñable. Un televisor de 34 pulgadas puede consumir aproximadamente 53 kilovatios-hora al año en modo espera y uno de 37 pulgadas hasta 63 kilovatios-hora. Más allá de las luces piloto de encendido y apagado, los monitores de estos aparatos consumen muchísima energía, incluso cuando están apagados.
El microondas
A penas lo utilizamos unos minutos al día pero nuestro microondas permanece conectado las 24 horas, con una única “misión”: ofrecernos la hora en su pequeño reloj digital. Según un estudio de la compañía Endesa, estos electrodomésticos pueden originar un consumo fantasma de 35 kilovatios-hora al año.
Las regletas
Es habitual que, aunque haya muchos dispositivos conectados a ella, solo estemos utilizando uno de ellos. Una costumbre que se traduce en un plus de consumo energético, ya que al consumo de cada uno de los electrodomésticos enchufados se suma el de la propia regleta. Por tanto, si solo sueles utilizar uno de los aparatos que tienes enchufados, quita la regleta y enchúfalo directamente a la corriente. Y si utilizas varios, la regleta puede ser la forma más fácil de evitar sus consumos fantasma. Solo tendrás que apagar la regleta y todos se desconectarán a la vez. También puedes encontrar en el mercado regletas inteligentes que detectan la bajada en el consumo o con temporizadores.
Cargadores
Los utilizamos todos los días para cargar nuestros dispositivos pero rara vez los desenchufamos cuando ya no los estamos utilizando. Al no tener ninguna luz o cualquier otro indicador parece que no están consumiendo electricidad pero nada más lejos de la realidad. Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), un cargador de teléfono conectado a la corriente eléctrica en reposo consume casi tanto como si estuviera cargando el teléfono.
Ordenadores
El modo reposo de nuestros ordenadores tampoco deja “reposar” el consumo eléctrico. De hecho, el IDAE también concluye que, si se mantienen enchufados, no existe una gran diferencia entre estar en uso o no. Por tanto, al menos, desenchúfalos durante la noche. Además, así los protegerás de graves daños como los que pueden ocasionar una sobrecarga de energía. No es lo más habitual pero, si tu edificio es alcanzado por un rayo durante una tormenta, perderías tu ordenador y todo lo que contuviese.
Impresoras
Al igual que en el caso de los ordenadores, en su modo standby las impresoras consumen casi tanto como cuando las estás utilizando. A pesar de ello, es una aparato eléctrico que solemos tener siempre encendido, aunque lo utilicemos muy de vez en cuando. Reducir su consumo es, una vez más, tan sencillo como el gesto de desenchufarla.
Cafeteras eléctricas
Cualquier momento es bueno para disfrutar de un buen café. Seguramente casi todos estemos de acuerdo con esta afirmación. Pero no por ser cierta es excusa para que este pequeño electrodoméstico permanezca enchufado todo el día. Tal vez te parezca un consumo insignificante pero, si lo sumas al del resto de pequeños electrodomésticos (tostadora, batidora, robot de cocina, etc) que permanecen enchufados todo el día, comprobarás que tu recibo de la luz sí aumenta considerablemente.
Grandes electrodomésticos
Como hemos comentado, lavadoras, secadoras, neveras o lavavajillas suelen ser muy difíciles de desconectar, pues sus enchufes están detrás y mover estos pesados aparatos no es tarea sencilla ni rápida. Además, en el caso de la nevera, si la desenchufas se estropearían todos los productos que guardas en su interior. Pero, tanto en este caso como en el resto de grandes electrodomésticos, sí que puedes reducir tu consumo energético desenchufándolos cuando te vas de vacaciones o no vas a estar durante una temporada.
