Si quieres que tu hogar contagie armonía, serenidad y equilibrio, solo tienes que aplicar los principios del Feng Shui. Esta milenaria práctica china, cuyo nombre se traduce en “viento y agua”, se basa en que la disposición y energía de un entorno tienen un impacto directo en la salud, bienestar y prosperidad de quienes lo habitan. A través de principios estéticos, de la observación del entorno natural y de una ancestral filosofía taoísta, consigue crear espacios cargados de energía positiva.
Para conseguir esa interconexión entre el individuo y su entorno, el Feng Shui nos propone una serie de pautas y recomendaciones.
La distribución es la base
Para conseguir un espacio armonioso y equilibrado es necesario poner el foco en la distribución de cada casa. Tanto la disposición del mobiliario como la orientación de las habitaciones es fundamental para optimizar la energía vital, conocida en el Feng Shui como Qi.
Una distribución adecuada permite que esté Qi fluya y se evite así acumulación de energía estancada que puede conducir a bloqueos y desequilibrios energéticos.
Así mismo, debemos asignar cada habitación a sus usos tradicionales y características energéticas para conseguir ese ambiente de salud y bienestar.
Pero ¿cómo llevamos toda esta teoría a la práctica? El Feng Shui nos propone ocho claves que pueden transformar por completo la energía de tu casa y contagiar de positividad todos los aspectos de tu vida.
1. Disposición del mobiliario
Si quieres que el Qi fluya armoniosamente debes evitar colocar muebles en líneas rectas o ángulos agudos. Lo ideal son disposiciones más suaves y curvadas que permitan a la energía moverse suavemente. Para conseguirlo también es vital mantener las estancias despejadas y libres de todo desorden.
2. Flujo de energía
Muy relacionado con el punto anterior, hacer que la energía fluya también depende de evitar el estancamiento de la misma, eliminando obstáculos y manteniendo los espacios lo más despejados que sea posible. Un truco para conseguir ese flujo suave de Qi o energía vital, que promueve nuestra salud y bienestar, es utilizar los espejos. Se trata de situarlos estratégicamente para ayudar a redirigir el Qi en lugares donde tiende a estancarse, como esquinas o recovecos oscuros o pasillos largos y estrechos.
3. En perfecto orden
Para reducir el estrés y la ansiedad y conseguir que el libre flujo de energía positiva nos invada, es premisa indispensable que nuestro hogar esté en perfecto estado de revista. Todo tiempo dedicado a despejar el desorden y organizar tus espacios es tiempo bien empleado. Es fundamental deshacernos de objetos innecesarios y asignar un lugar para cada cosa útil que guardemos en nuestro hogar.
4. Cinco elementos fundamentales
Cada uno de ellos representa una energía específica y han de estar en nuestro hogar:
- Madera. Representa el crecimiento y la vitalidad.
- Fuego. Simboliza la energía y la transformación.
- Tierra. Trasmite estabilidad y apoyo y nos conecta con nuestro interior.
- Metal. Nos aporta claridad y enfoque para conseguir tus objetivos.
- Agua. Se asocia con la abundancia y la fluidez.
5. Entrada principal
Es la boca del Qi, por donde la energía se introduce en tu hogar. Por ello, es crucial mantenerla bien iluminada y despejada para que el Qi fluya libremente. Debemos evitar todo tipo de obstáculos u objetos que puedan bloquear la entrada y con ella los flujos de energía positiva. Para conseguirlo, podemos utilizar espejos que redirijan la luz desde aquellas zonas en que se queda estancada.
6. Protagonismo de la luz
La luz es fundamental para elevar la energía de un espacio, especialmente si es luz natural. Por tanto, si quieres que el positivismo entre a raudales a tu hogar, elimina todos los obstáculos, como cortinas, estores o persianas durante el día.
También puedes utilizar iluminación artificial, no solo por la noche sino durante todo el día, colocándola estratégicamente para equilibrar las zonas más oscuras de tu casa y crear un ambiente acogedor y vibrante.
7. Conexión con la naturaleza
Las plantas no solo son un elemento decorativo que aporta frescura y color, también purifican el aire y promueven la calma y la serenidad. Por ello, la conexión con la naturaleza es otro de los pilares del Feng Shui. Si quieres que tu hogar sea más armónico y relajado, incorpora elementos naturales como plantas, piedras o agua a tu decoración, para reflejar la belleza y la vitalidad de la naturaleza.
8. Que todo funcione como un reloj
El Feng shui no solo se fija en los aspectos estéticos, sino que también cuida con mimo los aspectos técnicos de cualquier casa. Es decir, se preocupa de que todo en tu hogar funcione bien, que la calidad del aire y el flujo del agua sean los correctos, que todo esté bien ventilado y libre de contaminantes. Por ello, para garantizar tu salud y bienestar, es aconsejable que repares cualquier fuga de agua o que mantengas las tuberías en buen estado para evitar problemas de flujo de energía. También deberás cuidar tus sistemas de calefacción y refrigeración para que el ambiente sea cómodo y equilibrado.