Cuando el otoño pega sus últimos coletazos, es momento de asegurarse de que nuestra casa esta perfectamente preparada para resguardarnos de las bajas temperaturas que se avecinan. Todavía estamos a tiempo de conseguir que el invierno sea más llevadero, incluso de disfrutar de la calidez de nuestro hogar cuando las condiciones del tiempo no son favorables. Para conseguirlo, solo has de seguir unos sencillos consejos con los que, además, ahorrarás energía y dinero. No olvides que la calefacción supone el 50 % de las facturas energéticas durante los meses más fríos.
1. Revisa tu casa
Lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que no hay fugas por las que salga el aire caliente y entre el frío. Para ello, deberás revisar los cerramientos y las juntas de puertas y ventanas y sellarlos en caso de que fuera necesario. Puedes colocar pequeños sistemas de plástico en puertas y ventanas, los clásicos burletes, para ayudar a mantener la temperatura interior de tu hogar.
Si vives en una casa o ático, comprueba también el estado de las paredes exteriores y del tejado por si hay grietas o agujeros que deban rellenarse. Si este es el caso, séllalos con masilla resistente al agua.
2. Puesta a punto de los radiadores
Antes de necesitar la caldera, es fundamental que te asegures de que los radiadores funcionan correctamente. Si cerraste las llaves de paso de todos los radiadores o de alguno de ellos después del invierno, acuérdate de abrirlos y haz una prueba para comprobar que el agua circula sin problema. De no ser así, deberás purgarlos. Cuando vayas a necesitarlos, ten abiertos solo los que vas a utilizar. Y recuerda no utilizarlos como tendedero o cubrirlos con elementos decorativos, pues esto supone un mayor esfuerzo para alcanzar la temperatura deseada y por tanto, un mayor consumo de energía.
Si quieres regular la temperatura de los radiadores a tu gusto, te recomendamos que instales válvulas termostáticas que funcionan automáticamente. Y si quieres ahorrar energía, instala un panel reflectante entre el radiador y la pared. Te ayudará a distribuir mejor el calor y a recuperar el 10-20% del que se pierde hacia la pared.
3. Comprobación de la caldera
Antes de poner en marcha la caldera es aconsejable hacer unas comprobaciones. Revisa la presión cuando esté en frío. Generalmente debe estar entre 1-1,5 bares, pero deberás comprobar cuál es la presión recomendada por el fabricante. Si está más baja de 0,5, me temo que tu caldera no funciona.
Si utilizas la caldera para calentar el agua sanitaria, cámbiala a modo Invierno o Calefacción + ACS. Finalmente, deberás ajustar la temperatura de trabajo de la caldera, según el uso o el sistema que utilice.
4. Revisa el termostato
El termostato se encarga de regular el encendido y apagado del sistema de calefacción. Por tanto, es fundamental que se encuentre en perfecto estado. Para comprobarlo, sube la temperatura ambiente y comprueba si la caldera se pone en funcionamiento. Después, baja la temperatura del termostato y comprueba si el sistema se apaga.
Según indicaciones de la Unión Europea, la temperatura de confort que debemos tener en el termostato de casa es entre 20 y 22 grados. Es la perfecta para tener tu casa templada sin un gasto energético excesivo. Por la noche deberías bajarla a 16 grados, una temperatura perfecta para dormir bajo tu edredón, con la que ahorrarás un 13% en tu factura.
5. Viste tu casa de invierno
La decoración de nuestro hogar también se puede convertir en un gran aliado a la hora de resguardarnos del frío. Por ejemplo, si utilizas alfombras o cortinas de color oscuro, absorberán la radiación solar, ayudando a mantener e incluso subir la temperatura de tu casa. También es buena idea utilizar cortinas dobles. Una fina en la parte más pegada al cristal, que permita entrar la luz y el calor del sol y una más gruesa, que se pueda recoger durante el día, pero que por la noche no deje pasar las el frío.
Otros buenos aislantes del frío son las estanterías y los cuadros. Si cubres tus paredes con ellos, podrás llegar a subir la temperatura hasta 1,5 grados. Los zócalos también nos protegen del frío que sube del suelo.
En cuanto a los colores, te recomendamos que decores tu casa con tonos cálidos y tenues, que nos aporten la luz y luminosidad que nos regala la luz del sol en otras estaciones.
Y para dar un toque de luz y calidez a tu hogar, unas bonitas velas, aromáticas o no, conseguirán ese ambiente cálido y luminoso que invita a disfrutar de un día invernal.
6. Usa deshumidificador
Especialmente en zonas húmedas, como Valencia, un deshumidificador te ayudará a eliminar el exceso de humedad y con ello la sensación de que hace más frío del que en realidad hace. Además, al reducir esa humedad, este aparato electrónico nos ayuda a prevenir la condensación que puede generar moho y hongos.