¿Sabías que los productos de limpieza convencionales pueden contener más de 80 sustancias dañinas para tu salud y la del planeta? Pues así es, se trata de químicos tóxicos que pueden causar desde irritación en la piel, a alergias, problemas respiratorios, deterioro del sistema inmunológico y hasta daños en órganos internos. Y en lo que se refiere al medio ambiente, este tipo de productos también pueden contaminar el agua y el aire y aumentar la huella de carbono.
La buena noticia es que existen alternativas naturales, igualmente efectivas, pero mucho más ecológicas y seguras. Limpiadores naturales como el vinagre, el bicarbonato sódico, el agua ozonizada o el zumo de limón. Productos todos ellos que, además de proteger nuestra salud y la del planeta, son mucho más económicos.
Principios de la limpieza ecológica
Se trata de desterrar los limpiadores químicos de nuestras casas y sustituirlos por métodos y productos naturales para limpiar y desinfectar nuestros hogares. Podemos encontrar diferentes soluciones que aúnan su poder de limpieza y desinfección con la seguridad y protección del medio ambiente. En lugar de utilizar productos químicos, confiamos en productos naturales como el vinagre, el limón, los aceites esenciales o el agua ozonizada.
El vinagre
Su acidez convierte al vinagre en uno de los productos naturales con más usos para la limpieza del hogar. Además de eliminar olores, es un fantástico desinfectante. Por ello, es idóneo para limpiar encimeras, azulejos, cristales o electrodomésticos. Solo has de mezclar a partes iguales vinagre y agua e introducirlo en una botella spray. Se aplica sobre la superficie que queremos limpiar y lo retiramos con un paño o esponja que podemos enjuagar con agua.
Zumo de limón
Al igual que el vinagre, su alto índice de acidez convierte al limón en un excelente producto natural para desinfectar y limpiar cualquier área de tu hogar. Tiene un gran poder quitamanchas, sin ser corrosivo, lo que hace de él un limpiador perfecto para grifería, fregaderos, bañeras y el baño en general. En este caso, es mejor no mezclarlo con agua. Lo aplicamos directamente y frotamos con una gamuza, paño o esponja. También es un perfecto quitamanchas para ropa, cortinas, sofás o alfombras. Se aplica directamente sobre la mancha y se lava la prenda como de costumbre.
Bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio tiene una naturaleza alcalina que lo convierte en un perfecto agente de limpieza y desodorante. Además es muy versátil. Lo puedes utilizar tanto para limpiar el horno, como para desatascar desagües o limpiar ropa, alfombras o tapicerías. En el caso del horno, debes espolvorear toda la superficie con el bicarbonato, rociarlo con agua y dejar que actúe durante la noche. Por la mañana, frotamos con un cepillo o gamuza y enjuagamos con agua.
Agua ozonizada
Es una de las mejores soluciones naturales para limpiar y desinfectar el hogar sin tener que recurrir a productos químicos. De hecho, el poder de desinfección de este producto es 300 veces superior al de la lejía. El ozono no deja residuos tóxicos en las superficies y no causa daño alguno al medio ambiente.
Otro de sus grandes beneficios es su poder desinfectante, gracias a sus propiedades oxidantes y antimicrobianas. Por ello, es muy efectiva para eliminar bacterias, virus y numerosos microorganismos que son muy peligrosos para nuestra salud.
Al no dejar residuos tóxicos u olores desagradables, es un limpiador perfecto para hogares, restaurantes, hospitales y cualquier espacio público.
Para obtener agua ozonizadas necesitas contar con un generador de ozono. La ozonización se produce mediante la aplicación de una corriente eléctrica de alta frecuencia sobre el oxígeno, convirtiendo el oxígeno en ozono. Una vez hemos obtenido el ozono, se disuelve en agua y ya tendremos este excelente y ecológico limpiador natural.
Recetas caseras
Los cuatro productos anteriores son los pilares de la limpieza ecológica, pero también existen recetas sencillas, económicas y respetuosas con el medio ambiente super eficaces para la limpieza doméstica. A continuación te damos tres ideas:
Multiusos
Mezclamos a partes iguales agua y vinagre blanco. Añadimos dos cáscaras de limón y naranja (para obtener un aroma fresco y afrutado) y dejamos reposar durante 24 horas. Colamos la mezcla y la aplicamos con un pulverizador. Es perfecto para encímelas, baldosas, mesas o ventanas.
Desinfectante natural
Mezclamos medio litro de agua tibia con 2 cucharadas de bicarbonato y añadimos una taza de vinagre blanco y 10 gotas de aceite esencial de árbol de té. Obtendremos un excelente limpiador para baños y cocinas que, además, elimina bacterias, no es corrosivo y deja un aroma super agradable.
Quitamanchas
Mezclamos dos cucharadas de bicarbonato con un poco de agua. Añadimos unas gotas de limón fresco, mezclamos bien y aplicamos la pasta resultante sobre la mancha. Dejamos actuar 10 minutos y aclaramos con agua fría.
