Con ola de calor o sin ella, lo cierto es que las altas temperaturas han llegado para quedarse con nosotros, al menos, durante unos meses. Piscina, playa o repetidas duchas pueden ser de gran ayuda para refrescarnos. También el aire acondicionado, pero dados los precios que se “gasta” la energía en los últimos tiempos será mejor que recurramos a otros “trucos” que convertirán tu hogar en todo un refugio contra el calor. Ideas prácticas y decorativas que conseguirán que te sientas un poco más fresco y aliviado este verano.
Cómo te ayuda la decoración a aliviar el calor estival
Nuevos materiales
Las lanas, la chenilla, el terciopelo o la piel pueden ser muy bonitos, pero toda una pesadilla cuando las temperaturas se disparan. Obviamente, no vas a cambiar el tapizado de tus sofás o sillones según la estación, pero es más que recomendable cubrirlos con fundas de tejidos más frescos como la seda, el lino o el algodón. Estas fibras naturales son perfectas para disipar la sensación de calor, pues absorben la humedad y transmiten ligereza y frescura. Opta por fundas ligeras, con colores cálidos o alegres y veraniegos que, además de refrescar el ambiente, darán un aire renovado a tu hogar. Así mismo, podemos sustituir los cojines decorativos, confeccionados con materiales calurosos, por otros textiles más frescos como los citados anteriormente. Las alfombras de lana también pueden ser sustituidas por otros de estos materiales o simplemente retiradas a la espera de que bajen las temperaturas. Del mismo modo, olvídate de las sábanas de poliéster o mezclas artificiales y sustitúyelas por juegos 100% lino o algodón.
Apuesta por la paleta de colores claros
Los colores claros, naturales y fríos son la mejor apuesta si quieres conseguir un ambiente fresco. Estos tonos atraen menos la luz y consiguen el efecto de una casa más fresca. En concreto, el blanco, el azul y los colores ocres o arena son el mejor ejemplo de este tipo de colores. Su combinación evoca los colores de una playa, refrescando el ambiente de inmediato. Si añadimos algún toque de colores fuertes como el rosa o el verde, e incluso algún estampado, conseguiremos ese entorno alegre, que actuará en nosotros a modo de placebo, transmitiéndonos bienestar.
Las plantas, tus mejores aliadas
Las plantas son una de las mejores opciones para mitigar el calor. No solo refrescan las estancias y purifican el aire, sino que nos aportan humedad y transmiten alegría y optimismo. De hecho, hay estudios que defienden que no solo reducen el gasto energético, sino que aumentan la productividad y producen efectos beneficiosos para nuestra salud, como la reducción de los problemas respiratorios, los dolores de cabeza o el asma. Si aprovechas la caída del sol para pulverizar las plantas que tienes dentro de casa, conseguirás pasar una noche mucho más fresca y agradable.
Y si eres de los que tienen poca mano con todo lo vegetal, te alegrará saber que cuidar las plantas en verano es mucho más fácil, pues contamos con mucha más luz. Solo debes regarlas a menudo. Nosotros te recomendamos algunas como el ficus, el bambú, la palma areca, la planta del dinero o la lengua. Todas ellas son sencillas de cuidar y muy vistosas.
Si tienes jardín o terraza hay determinadas plantas que pueden ayudarte a aislar tu casa de las altas temperaturas. Es el caso de las enredaderas en las fachadas. Uno de los mejores aislantes térmicos para tu hogar. También las plantas en el alféizar minimizarán la entrada de calor en la casa. Y un último consejo: un riego a última hora de la tarde refrescará las superficies que rodean tu casa y atemperará el ambiente.
Vuelven las velas
Una de las fuentes de calor más importantes con las que contamos en nuestros hogares son las bombillas. Si quieres minimizar su efecto, deberías cambiar las analógicas por unas bombillas LED, ya que estas calientan mucho menos y no generan calor residual. Pero, nosotros te recomendamos que apagues las luces y enciendas unas velas. Aunque parezca todo lo contrario, las velas generan mucho menos calor y nos ofrecen el “plus” de crear una iluminación mucho más natural y acogedora.
Pásate al ventilador
Los ventiladores, de techo o de pie, son una gran solución para afrontar las altas temperaturas del verano, pues proporcionan una sensación ambiental de entre 3 o 4 grados menos que la real. Además, son todo un aliado para tu bolsillo y el medio ambiente, pues gastan mucha menos electricidad que los aires acondicionados.
Y, si quieres aumentar la efectividad del ventilador, te aconsejamos que coloques un recipiente lleno de hielo frente a las aspas. Conseguirás el efecto de un potente aire acondicionado, sin dañar el entorno ni disparar la factura de la luz.
Contraventanas, estores y cortinas, el mejor aislante
Si el sol entra a sus anchas por las ventanas de tu casa, la temperatura aumentará rápidamente. Para evitarlo, te aconsejamos que optes por contraventanas, estores o cortinas. Las contraventanas de lamas regulables son una gran opción. También los estores de lamas venecianas o las cortinas, pero, eso sí, nunca de colores oscuros, pues estos concentran el calor del sol que incide en ellos durante todo el día. Sobra decir que una casa bien aislada, con unos buenos cerramientos, evitará que el calor se filtre por las rendijas y convierta nuestro hogar en una sauna.