2025 se perfila como un año crucial para el mercado inmobiliario español y más concretamente para el valenciano. La esperada moderación en los precios y un entorno favorable para la financiación, gracias a la bajada de los tipos de interés, podrían facilitar el acceso a la vivienda para aquellos que están pensando en comprar a corto y medio plazo. En lo que al mercado inmobiliario valenciano se refiere, la demanda creciente, influenciada por la recuperación económica post pandemia, las inversiones en infraestructuras y ese entorno favorable a la compra, abre más que interesantes oportunidades para aquellos que buscan adquirir una vivienda en la capital del Turia.
Moderación en los precios de la vivienda
Según un informe de SP Global, la evolución de los precios de la vivienda en España durante 2025 se moderará tras las fuertes subidas en 2024. La agencia estima que los precios seguirán creciendo, pero a un ritmo más baja, con un incremento aproximado del 4,5%. Esta desaceleración esta provocada por varios factores, como el enfriamiento de la demanda tras la recuperación del los precios o la estabilidad económica general en la eurozona.
Por otra parte, se prevé que los incrementos continúen en los años venideros, pero con tasas aún más moderadas de alrededor de un 3,5% en 2026 y del 3% en 2027.
Si bien durante la crisis de 2008, Valencia, al igual que otras ciudades españolas, sufrió un drástico descenso de los precios, la recuperación ha sido progresiva y ha permitido una cierta estabilidad en el mercado. En la actualidad, los precios de la capital valenciana siguen siendo más competitivos que los de mercados inmobiliarios como el de Madrid y Barcelona, lo que representa una ventaja considerable para quienes buscan comprar una vivienda.
Además, la compra de vivienda en Valencia se ve impulsada por su gran oferta de nuevos residenciales, especialmente en barrios como Ruzafa, el Carmen o la zona de las playas. Estos barrios están viviendo una gran renovación y atraen a muchos jóvenes profesionales y familias que desean vivir en un entorno moderno y con acceso a todos los servicios urbanos. La proximidad al mar y el buen clima son otros de los factores que hacen de la ciudad un destino atractivo, tanto para compradores locales como para inversores extranjeros.
Tipos de interés hipotecarios y su impacto en el mercado
Otro aspecto fundamental, que marcará la evolución del mercado inmobiliario en 2025, es la política monetaria y los tipos de interés. En los últimos años, los tipos de interés de las hipotecas han experimentado un aumento notable, debido a las subidas de tipos del Banco Central Europeo (BCE), en su esfuerzo por controlar la inflación. No obstante, en 2025 se espera que los tipos de interés comiencen a bajar de forma gradual, lo que podría hacer que las condiciones para la adquisición de una vivienda mejoren ligeramente.
La bajada de los tipos de interés será un factor crucial a la hora de tomar la decisión de comprar una vivienda. En el contexto de tipos más bajos, se reducirán las cuotas mensuales y de esta forma se facilitará el acceso a una propiedad a un mayor número de personas.
Por otra parte, la tendencia a las hipotecas de tipo fijo, que ha ganado en popularidad en los últimos años, continuará siendo relevante en el mercado. Esto se debe a que los compradores buscan seguridad ante posibles fluctuaciones en los tipos de interés a corto plazo, una opción que ofrece estabilidad en los pagos a largo plazo.
Perspectivas para la demanda y el acceso a la vivienda
La capacidad para acceder a una vivienda es otro de los aspectos que definirán el mercado inmobiliario en 2025. En un contexto en el que los salarios han experimentado un crecimiento moderado y la deuda hipotecaria de los hogares españoles sigue siendo relativamente baja, en comparación con otros países europeos, la demanda se mantiene sostenida.
A todo ello hay que añadir una moderación de los precios de la vivienda que, sumada a unas condiciones de financiación más favorables, aumentará el interés de los compradores por adquirir propiedades.
El hecho de que la deuda hipotecaria de los hogares españoles esté entre las más bajas de Europa, con niveles solo superiores a Italia, favorece un escenario donde las familias tienen una mayor capacidad de absorción de deuda sin que esto suponga un riesgo excesivo para su estabilidad económica.
También el crecimiento de la población o el aumento de la urbanización y las infraestructuras siguen siendo factores que sostienen la demanda de viviendas, especialmente en las principales áreas metropolitanas.
Es el caso de Valencia, donde la compra de vivienda está respaldada por unas completa red de infraestructuras, que incluye la conexión por la Alta Velocidad, uno de los puertos más importantes del Mediterráneo, un transporte metropolitano eficiente que conecta toda la ciudad o una oferta cultural y turística que ha convertido a la capital en un destino clave para la inversión inmobiliaria.
Por todo ello, el mercado inmobiliario de Valencia se encuentra en un momento favorable para la compra de vivienda. Unos precios competitivos, las condiciones favorables para la financiación, el crecimiento continuo de la ciudad, las inversiones en infraestructuras y la calidad de vida que ofrece la capital del Turia, hacen que la compra de una vivienda no solo sea una excelente elección para quienes quieren establecer aquí su hogar, sino también una apuesta segura para aquellos que desean diversificar sus inversiones.
