La elección del acristalamiento o los vidrios para nuestras puertas y ventanas es mucho más que una cuestión estética. El sector ha evolucionado hasta conseguir vidrios con grandes prestaciones que permiten mejorar considerablemente el aislamiento acústico y térmico e incluso la incidencia de los rayos solares en espacios cerrados. Un buen acristalamiento se traducirá en una considerable reducción de nuestra factura energética. No en vano, entre un 25 y un 30 % de nuestras necesidades de calefacción y aire acondicionado se deben a pérdidas por malos cerramientos exteriores en las viviendas.
Tipos de acristalamiento
El acristalamiento simple
Es la opción más común y asequible. De hecho, en Europa este tipo de acristalamiento es el líder indiscutible de las edificaciones. Consisten en una única barrera de vidrio de un grosor de unos 4-8 mm. Es innegable que es el más económico, pero también el menos eficiente en términos de aislamiento térmico y acústico. Eso sí, es el más fácil de instalar, ya que no requiere de estructuras complejas ni marcos de alta densidad.
Acristalamiento múltiple sin cámara
Este tipo de acristalamiento también se conoce como vidrios laminados y consiste en dos o más capas de este material, que se colocan sin dejar espacio entre ellas. Como separación, suelen utilizar láminas poliméricas. En función de su composición, presenta diferentes ventajas como la de proporcionar mayor protección contra la radiación solar y un mayor aislamiento térmico y acústico que el acristalamiento simple. Además, también ofrece una mayor resistencia a los impactos que éste.
Acristalamiento multicámara
También se compone de dos o más hojas de vidrio, pero en este caso suelen estar separadas por un espacio o cámara de aire que puede variar en anchura. Las soluciones pueden integrarse con distintos materiales, tanto en la capa inferior como en la exterior. El acristalamiento puede ser simple o laminado para adaptarse a las condiciones y necesidades de cada hogar.
En el caso de las promociones de Firmus, apostamos por este tipo de acristalamiento doble con cámara de aire deshidratado tipo “climalit”, que nos proporciona una mayor eficiencia energética y por tanto, un considerable ahorro en climatización.
Tipos de vidrio más comunes en el doble acristalamiento
Más allá del tipo de acristalemiento elegido, también es importante conocer las diferentes clases de vidrio que podemos utilizar:
Vidrios estándar
Es la opción más básica y económica. No tiene una especial capacidad aislante ni son demasiado fuertes, dependiendo principalmente de cómo se haya instalado el marco.
Vidrio laminado PVB
Es un vidrio de un milímetro de espesor aproximado, que se fabrica con butiral de polivinilo. De este modo se aumenta la seguridad y la resistencia de las hojas. Las láminas de PVB también incrementan la capacidad aislante, tanto contra el ruido como contra la exposición solar.
Vidrio flotado transparente
Es el tipo más común y se fabrica haciendo flotar vidrio fundido sobre un baño de estaño fundido. Así, el vidrio adquiere un grosor uniforme y una superficie muy plana, lo que lo hace ideal para ventanas. También es muy económico.
Vidrio tintado
Se fabrica añadiendo óxidos metálicos al vidrio fundido durante su producción. Se consigue así que el vidrio adquiera una gama de colores que va del verde claro al gris oscuro. Este tipo de vidrio se suele utilizar para reducir la incidencia de la luz del sol y el calor, así como por razones estéticas.
Vidrio de baja emisividad (Low-E)
Contiene una fina capa de óxido metálico que reduce la cantidad de calor que puede pasar a través de él. Aunque es más caro, cada vez se utiliza más, ya que ayuda a mantener el calor dentro de la casa en invierno y fuera en verano, lo que se traduce en un importante ahorro energético.
Vidrios reflectantes
Este tipo de vidrio tiene una fina capa de óxido metálico que refleja la luz lejos de la superficie del cristal. Como en el caso de los tintados, se suele utilizar en ventanas para reducir el deslumbramiento y el calor del sol, pero también por cuestiones estéticas.
Estos son los principales tipos de acristalamientos y vidrios que encontramos en el mercado. La elección del idóneo para nuestra casa dependerá fundamentalmente de nuestro presupuesto, nuestro gusto y de la ubicación de nuestra vivienda. Las necesidades de aislamiento térmico y acústico no son las mismas en una casa ubicada en un lugar frío que en un entorno templado o caluroso o si está situada en el centro de la ciudad o en el campo. Lo que sí es común es que si proyectamos edificios con cerramientos de buena calidad no solo conseguiremos ganar en estética sino también en eficiencia energética y bienestar.
