Elegir el suelo de tu casa es, seguramente, una de las decisiones más difíciles e importantes que vas a tomar cuando estás diseñando tu nuevo hogar. El suelo no solo influyen en la estética sino también en el confort y si te arrepientes una vez puesto, cambiarlo es mucho más difícil que sustituir un mueble, una cortina o una alfombra. Si a todo esto añadimos la cantidad de opciones con las que cuentas en el mercado, la elección se hace todavía más complicada. Para ayudarte a acertar, hoy profundizamos en los tipos de suelo que son tendencia y que más se están utilizando en las casas modernas.
Suelo laminado
Es la opción a la que más espacio vamos a dedicar pues, por sus grandes ventajas, es el tipo de suelo por el que apostamos en nuestras promociones. El suelo laminado es tendencia por su facilidad de instalación, altas prestaciones y la infinidad de diseños y acabados existentes. Entre ellos, destaca la tarima laminada de imitación de madera. Este tipo de tarimas se dividen en 6 categorías, según su resistencia: desde la AC-3 hasta la AC-5, siendo las primeras las idóneas para las habitaciones con poco tránsito y las últimas las pensadas para un uso más intenso.
Estos suelos están fabricados con fibras de madera prensadas con resinas de alta densidad y podemos encontrar multitud de diseños que imitan a cualquier madera. Los hay lisos, de aspecto ligero y tacto suave, estructurados, con relieve poroso no acorde con la veta y sincronizados, cuyo relieve también poroso reproduce fielmente la veta y los poros de la madera en cada lama.
Además de los laminados, que imitan la madera, también podemos encontrar imitaciones de cemento o imitación de escapes.
Las principales ventajas del suelo laminado son:
- Gran resistencia a golpes, rasguños, arañazos y choques. Además, su mantenimiento y limpieza es muy sencillo, pues los suelos laminados tienen una mayor resistencia al desgaste y la abrasión, una alta impermeabilidad a las manchas y a penas se decoloran.
- Menor coste, ya que es mucho más económico que el parquet.
- Fácil instalación. Se puede instalar sobre cualquier superficie. Por tanto, no tendremos que retirar la que ya tenemos, gracias a sus sistema de clic, que consiste en realizar el encajado de ranuras mediante presión.
- Excelente aislante. Es uno de los suelos con mayor capacidad para aislar nuestras casas de la humedad o el frío.
- Es saludable. Al estar fabricado con materiales naturales, resistentes a la propagación de bacterias o moho, contribuye a mantener la salud de los habitantes de la casa.
Parquet o madera natural
Junto con el laminado, es el material que más potencia la sensación de calidez del hogar. Dependiendo de la madera que elijamos, obtendremos una mayor resistencia y dureza y también un color diferentes. Entre sus principales ventajas destaca su carácter ecológico y sostenible, su fácil instalación y su gran comodidad. Se puede utilizar tanto en interior como en exteriores y su principal desventaja, más allá de su elevado precio, es que se ralla con facilidad. Eso sí, se puede reparar acuchillando y barnizando.
Baldosa hidráulica
Esta tendencia retro, también conocida como mosaico hidráulico, tiene su origen en Francia y su gran apogeo se produjo a mitad del siglo XX. Pero, cuando parecía que su presencia se había quedado limitada a casas antiguas, se ha producido un relanzamiento en su uso.
Desde principios del siglo XXI, los decoradores de interiores han vuelto a apostar por la baldosa hidráulica y la han convertido en protagonista tanto en viviendas como en locales comerciales o de restauración, haciendo que los patrones y mosaicos clásicos pueblen los suelos de medio mundo.
Suelos vínilicos
Podríamos decir que este tipo de suelo era un parche y se ha acabado convirtiendo en toda una tendencia. En sus inicios se trataba de una solución temporal para corregir matices estéticos, pero a día de hoy se utiliza como suelo para toda la vivienda. Es una solución bastante económica y una buena alternativa a materiales más caros. Además, se puede aplicar sobre otros suelos ya existentes. Lo que sí es cierto es que no alcanza la textura y calidad de los materiales a los que imita.
Gres o cerámica convencional
Se trata de un suelo muy estético, ya que puede imitar todo tipo de materiales como el mármol u otras piedras, que suelen ser mucho más caros. Es la opción ideal para aquellos lugares que requieren de gran resistencia y dureza en el suelo, además de una baja porosidad para la absorción de líquidos. De aquí que sean el suelo ideal para cocinas o baños.
Barros
Podríamos decir que es el gres clásico. Se produce de manera tradicional, cocido a baja temperatura y dejándose secar al aire libre. Para evitar la porosidad del barro, se suele barnizar o directamente acabar la pieza con esmalte. Gracias a este tratamiento se mantiene el estilo rústico pero se mejora su mantenimiento. Es muy estético y se puede utilizar en exteriores, pero es más caro y mucho menos resistente que el gres porcelánico.
Cemento alisado o microcemento
Es el suelo más empleado en las casas más modernas de estilo minimalista. Debido a su acabado, de aspecto tosco, parece el idóneo para aquellas casas que buscan un estilo vanguardista o un look industrial.
También es un material con un alto grado de dureza y resistencia y a nivel de diseño, ofrece la posibilidad de jugar con distintos tonos e incluso patrones y dibujos.