¿Defensor o detractor de andar descalzo en casa? Lo cierto es que cada vez son más los que se apuntan a la costumbre nórdica de prescindir del calzado en el hogar. Si eres uno de ellos, puedes estar tranquilo, pues este hábito tiene muchas mas ventajas que desventajas.
Según defiende la reflexología, todos los órganos de nuestro cuerpo tienen su reflejo en los pies y en las manos. De aquí la importancia de las extremidades a la hora de restaurar tanto nuestro equilibrio psíquico como corporal. De hecho, los defensores de esta corriente pseudo científica aseguran que nuestra salud empieza por los pies. Tanto si creemos que esta afirmación es exacta como si tenemos nuestras dudas, lo que sí es cierto y así lo defienden los científicos y médicos expertos en esta parte de nuestro cuerpo, es que andar descalzo reporta grandes beneficios para nuestra salud y bienestar.
Beneficios de andar descalzo
1. Estimula los músculos de los pies
Caminar descalzos por casa es un hábito más que recomendable para estimular y hacer trabajar a los músculos que se suelen encontrar anulados o atrofiados ante el uso continuado del calzado. Al evitar la presión y la humedad que generan los zapatos en los pies permitimos al sistema muscular de esta zona el movimiento y la actividad que habitualmente les está muy restringida.
En el caso de las personas mayores, esta práctica es todavía más aconsejable pues ayuda a reducir e incluso eliminar la tensión muscular generada por las muchas horas que permanecen sentados.
2. Mejora la circulación sanguínea
Al permitir que los músculos de nuestros pies estén en contacto con diferentes texturas como parqué, terrazo, alfombras o césped, activamos y por tanto, mejoramos la circulación sanguínea de todo nuestro cuerpo.
3. Reduce el estrés
En los pies encontramos muchas más terminaciones nerviosas sensoriales por centímetro cuadrado que en cualquier otra parte de nuestra anatomía. Por ello, permitir que la planta tenga contacto directo con el suelo nos genera una sensación de bienestar que libera el estrés y fortalece el sistema nervioso. La suela del zapato no deja de ser un elemento extraño que impide tener esa conexión diaria pie-tierra. Sobre todo, al terminar la jornada laboral, es más que aconsejable quitarse los zapatos y dejar que el contacto directo con el suelo nos ayude a eliminar la tensión generada por las largas horas que pasamos sentados o de pie.
4. Calma el dolor de espalda
Pasar mucho tiempo de pie con tacones o con zapatos demasiado duros o estrechos es una de las causas de muchos dolores de espalda. Por tanto, al quitar nuestros zapatos y dejar que los músculos de nuestros pies entren en contacto con superficies lisas conseguiremos que se relajen dichos músculos. Además, este tipo de superficies permiten corregir desequilibrios en los movimientos y fortalecen los músculos y los huesos de los pies y tobillos, facilitando un mayor equilibrio corporal y aliviando los dolores que provocan las posturas forzadas al ir calzado.
5. Previene enfermedades y nos ayuda a dormir mejor
Diversos estudios científicos defienden que caminar descalzo puede incrementar la vitalidad y prevenir numerosas enfermedades. Tocar el suelo con la plante de nuestros pies permite al cuerpo reequilibrar sus cargas eléctricas, un proceso básico para prevenir enfermedades y mantenernos saludables. Además, caminar descalzos también ayuda a sincronizar nuestros ritmos circadianos, contribuyendo a que nuestro metabolismo esté armonizado con el día y la noche. Esto se traduce en que dormiremos mejor durante la noche y tendremos mucha más vitalidad durante el día.
6. Mejora el desarrollo cognitivo y la estructura anatómica de los bebés
Si caminar descalzo es importante para los adultos, en el caso de los bebés es fundamental, pues el contacto de sus pies con el exterior favorece su desarrollo cognitivo. A través de las plantas de los pies captan mucha información del exterior y experimentan multitud de sensaciones que el calzado no les permitiría sentir. Por ello, los pediatras aconsejan que, durante los primeros meses de vida de nuestros hijos se les deje andar por diferentes superficies y no se cubra sus piececitos.
Por otra parte, andar sin zapatos ayuda a que se alineen las articulaciones, favoreciendo así el buen desarrollo anatómico de los más pequeños.
7. Barrera contra las bacterias
Si todo lo anterior no te ha convencido, seguro que este último punto te anima a andar descalzo. Según un estudio de la Universidad de Arizona, tras dos semanas de utilizar un calzado por la calle, se pueden encontrar en sus suelas más de 420.000 bacterias. Y según este informe, la tasa de trasferencia de esas bacterias cuando pisamos el suelo de nuestras casas se sitúa ente el 90 y el 99%.
Precauciones si caminamos descalzos
Como hemos visto, andar descalzo en casa tiene múltiples beneficios, pero también existen algunos inconvenientes que debemos tener en cuenta. Si nunca has andado descalzo es importante que lo hagas poco a poco para que tu cuerpo se vaya acostumbrando al cambio.
Por otra parte, deberemos extremar la higiene en nuestras casas y evitar la humedad pues, de no hacerlo, podríamos coger algún hongo o bacteria. Y si eres diabético, deberás tener especial cuidado pues cualquier lesión en un pie podría llegar a ulcerarse.
En resumen, quitarse los zapatos en nuestro hogar es más que recomendable, pero siempre garantizando que las superficies que pisamos son seguras y limpias.
