La importancia de la fachada de una casa o edificio va mucho más allá de la estética. Se trata de la primera barrera de la vivienda frente a factores climatológicos externos, como el frío, el viento, la lluvia o el sol, que no solo afectan a la calidad de vida de sus habitantes sino también al buen mantenimiento y el coste del inmueble. Si elegimos un buen cerramiento garantizaremos, además, un menor consumo energético, la reducción de los costes de mantenimiento y el confort de nuestra casa.
Factores clave que determinan la elección de una fachada
Antes de elegir una fachada es importante tener en cuenta algunos factores que van a afectar a la comodidad, consumo y valor de la propiedad.
Aislamiento térmico y acústico
La fachada debería garantizar un aislamiento térmico que mantenga la casa cálida en invierno y fresca en verano. Del mismo modo, debe proporcionar un aislamiento acústico efectivo que reduzca el ruido exterior, manteniendo la tranquilidad y el silencio en el interior del hogar.
Humedad y ventilación
Una fachada de calidad debe permitir la ventilación adecuada para que no se acumule la humedad en la casa y evitar así la aparición de moho y hongos. Al mismo tiempo, debe ser resistente a la humedad para evitar la penetración de agua en la casa.
Estética
La estética de la casa no solo la hace más bonita y le confiera estilo y personalidad sino que, lo que es más importante, aumenta su valor en el mercado inmobiliario.
Tipos de fachadas
Aclarado el impacto de una fachada en una casa, es fundamental conocer los diferentes tipos de los que disponemos en el mercado, así como sus ventajas y desventajas.
Fachada ventilada
Está conformada por un muro de soporte, una capa aislante y un material de revestimiento, que se fija al edificio a través de una estructura portante. Es un sistema constructivo que permite la circulación del aire entre la fachada y el muro interior, facilitando la ventilación y evitando la acumulación de humedad. Además, al reducir la transferencia de calor ente el interior y el exterior del edificio, permite un mayor aislamiento térmico. La desventaja de este tipo de fachada es que requiere de una estructura de soporte.
Fachada SATE
Es Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE), consiste en la colocación de un material aislante en la parte exterior del edificio, seguido de una capa de mortero y acabado con un revestimiento final. Proporciona un excelente aislamiento térmico, reduciendo el consumo energético y los costos de climatización. En el otro lado de la balanza, este sistema puede requerir permisos especiales.
Fachada monocapa
Se realiza mediante la aplicación de una única capa de mortero, que sirve tanto como acabado final como de aislamiento térmico y acústico. Es muy resistente a la intemperie y al paso del tiempo y su instalación es rápida y sencilla. Eso sí, hay que tener en cuenta que este tipo de fachada no es adecuada para edificios de gran altura.
Fachada de ladrillo visto
Este sistema constructivo se caracteriza por dejar a la vista los ladrillos que componen el muro. Es un acabado muy utilizado en construcciones de estilo rústico, pues proporciona un aspecto cálido y tradicional. La desventaja de este tipo de fachada es que requiere un mayor mantenimiento, pues los ladrillos podrían deteriorarse con el tiempo.
Fachada de madera
Es muy estética y elegante y le da una gran sensación de calidez a la casa, pero requiere un mantenimiento constante porque se deteriora con facilidad.
Fachada de piedra
Este tipo de fachada proporciona una gran resistencia y durabilidad, al tiempo que confiere a la casa un aspecto muy elegante y sofisticado. Las desventajas de este sistema son que su instalación es muy compleja y su coste muy elevado.
Fachada de vidrio
Por su gran luminosidad y trasparencia es la más utilizada en los edificios más vanguardista y modernos. Al requerir de materiales de alta resistencia, necesita un mantenimiento mucho más costoso que el de otros tipos de fachada.
Como hemos visto, todos los tipos de fachada tienen sus ventajas y sus desventajas, pero en Firmus Homs apostamos por los cerramientos de doble hoja de ladrillo caravista, combinado con perforado acabado con revestimiento continuo, con trastocado interior de panel de yeso laminado o similar y aislamiento térmico. Un sistema constructivo muy estético que, al tiempo, confiere a nuestros edificios y casas una gran calidez y una perfecta protección contra las inclemencias meteorológicas y del paso del tiempo.
